domingo, 27 de noviembre de 2011

Mentiras y melancolía.

Me siento engañado por tantas cosas. Estoy realmente harto de leer y escuchar noticias de economía, todas fatalistas y influencias por intereses privados. La prima de riesgo, la inflación, la de-valuación del euro, etcétera  etcétera... Pero lo pensamos un momento, y realmente, todos estos datos económicos, ¿influyen en el bienestar general o modifican los recursos del planeta? No. La respuesta debería ser no. Es lícito y real pensar que si, debido a la dependencia que tenemos del dinero. Oh, seria tan fácil y tan difícil como eliminar esa variable. Porque el dinero es la gran mentira. Nos han hecho creer que para hacer un uso responsable de nuestros recursos, se le debía añadir un valor a un papel a modo de regulador. Sin embargo, el único objetivo es el beneficio.  Tener mas y mejor. Y nos lo han inculcado en nuestras cabezotas, no es un factor que venga en los genes. A un bebe recién nacido, con la vista perfecta, se le encierra 5 años en una habitación sin luz y se tornara ciego completamente. Con los valores pasa lo mismo. Si desde pequeños hemos sido inculcado a proteger nuestras pertenencias, a valernos por nosotros mismos, a trabajar por un sueldo... Es tal el grado de poder que dispone el dinero, que ha fomentado las características mas mezquinas de los seres humanos, con la exclusiva intención de obtener beneficios. Digo melancolía, porque añoro (y eso que no viví en ellos) los tiempos donde  los recursos eran lo verdaderamente valioso, aunque, en realidad, lo sigan siendo.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Referendum griego

Grecia convoca un referendum, y nos llevamos las manos a la cabeza. Pero cuando la deuda es tan grande, ¿es realmente una deuda del pueblo?. ¿No será mas bien culpa de los bancos? Si debes 1 millon de euros, es tu trampa. Pero, ¿si se deben mil millones? ¿Ha creado el pueblo griego esa deuda? ¿La han creado ellos acaso? Aquí en España se hizo una reforma constitucional, no se hizo un referendum, y ¡NADIE DIJO NADA!. Por una vez, se le consulta a la gente que se debe hacer con todas estos recortes, rescates. Las consecuencias del resultado pueden ser fatales, pero OLE SUS COJONES. ¡Que no, que no, que nos representan! Todos a la Moncloa el 19/11

Prisioneros de los bancos

    He leído hoy en el diario Público esta noticia. Al parecer, en la cumbre del euro celebrada ayer en Bruselas, se ha logrado un acuerdo con los principales bancos europeos, donde se comprometen a olvidar el 50% de la deuda que el Estado griego tiene con ellos. A cambio aseguran que la cantidad restante les sea atribuida. Además se estableció un plan de recapitalización de los bancos, del cual se prevé que España necesite la cifra de 26.161 millones, y se aumentó la cifra del fondo de rescate hasta el billón de euros, un fondo destinado al aval parcial de deudas o al rescate de bancos. 
    Bien. La deuda griega se reduce a la mitad, se asegura una cantidad importante de dinero para reflotar a las bancas europeas y hasta disponemos de un fondo que seguramente le dará cierta confianza al mercado para movilizarse. Pero, lo que no he leído por ninguna parte, son las costes. Únicamente consta el hecho de que los bancos involucrados en Grecia se aseguran la mitad del pago. Pero ese dinero, ¿de dónde lo van a sacar? Imagino que de la propia banca griega, después de ser recapitalizada. La cuestión es, de nuevo, ¿de dónde proviene el dinero? Del Banco Central Europeo en este caso. El encargado del euro. Los que escogen, conocen y manejan la producción del euro. Y por supuesto, no será gratis. Como todo tipo de moneda que proviene de un banco, todo el dinero que requieren los países es entregado a modo de préstamo, con unos intereses. Es un ciclo sin fin. Es una deuda que lleva a otra aún mayor, ya que para pagar los intereses, necesitamos pedir dinero, ‘’taxes included’’. Si recurrimos a la financiación privada, el varapalo es aún mayor, fijaos en el caso griego. Es decir, vivimos y morimos endeudados, y tal y como está la situación, nuestros hijos nacerán endeudados.

    El problema no es el euro, ni el paro, ni la crisis. En mi opinión, hemos de hacer una revisión más atrás. ¿Cuándo dejamos de tener el control de nuestro dinero? ¿Cómo es posible que nuestros máximos representantes, con todo lo que representan y el poder que tienen, tengan que ir con el rabo entre las piernas a suplicarles a los grandes bancos? La culpa no es más que nuestra, dándole cada vez  más peso a los bancos en nuestras vidas, y dándoles el control absoluto del dinero. Y en el sistema capitalista, el dinero es el que manda. Por lo que no somos más que tristes prisioneros de los bancos, y desgraciadamente, eso no parece que vaya a cambiar.